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La piel del rostro es la más expuesta a las agresiones externas, por lo tanto, la más propensa a presentar manchas, irritaciones, rojeces o erupciones. Generalmente dichos brotes suelen ser inofensivos, no obstante debemos tratarlos con productos adecuados y específicos para augurar una completa reparación de la piel y que vuelva a lucir con un tono uniforme.
Para poder difuminar las manchas y prevenir la aparición de futuras, deberemos exfoliar la piel con frecuencia para estimular la renovación celular y, por lo tanto, el nacimiento de nuevas células con menos pigmentación. También habrá que realizar un tratamiento más profundo, con la ayuda de concentrados, como podrían ser los sérums antimanchas y finalmente aplicar una crema antimanchas con filtro solar, ya que, si obviamos dicho filtro, podemos favorecer a la aparición de más manchas.
Las manchas en la piel aparecen por un exceso o un déficit de pigmentación de ésta, y nos estaremos preguntando…. ¿Qué es la pigmentación de la piel? Pues bien, el pigmento de nuestra piel podría definirse como la tonalidad de ésta, y este pigmento depende directamente de la melanina. La melanina es un complejo creado por los melanocitos (un tipo de células) que producen la melanina y la reparten de manera homogénea al resto de células que conforman la piel para adoptar un tono uniforme.
Tanto en un caso como en otro, las manchas son tratables y con el uso de tratamientos antimanchas específicos podemos atenuar y eliminar por completo su apariencia.
Como hemos comentado anteriormente existen varios tipos de manchas en la piel, cada una causada por diferentes factores, y tratable con diferentes tratamientos. Las más comunes son:
El tratamiento antimanchas es quizás el más complejo tratamiento facial que existe, y con el cuál debemos ser más constantes y pacientes para que actúe y nos muestre sus resultados. Su función es eliminar la capa córnea para acelerar la regeneración de los tejidos de la piel equilibrando los niveles de melanina.
Una buena crema antimanchas no solo actúa sobre el tono de la piel, sino que también la mantiene hidratada y nutrida correctamente, por lo que no es necesario el uso de dos cremas diferentes para nuestra rutina de belleza habitual. Además, una vez eliminadas las manchas, bloquea su futura aparición, gracias a sus principios activos que mejoran la autoregeneración dérmica.
A día de hoy existe una amplia variedad de firmas que se han unido a los tratamientos antimanchas, bien sean de parafarmacia como La Roche Posay, Bioderma o Bella Aurora, de cosmética selectiva como Carita, Clinique o Lancaster, o de cosmética de consumo, como Nivea o L’Oréal.
“Debemos recordar que para prevenir esta patología es recomendable incluir siempre en nuestro tratamiento protectores solares, y que, si el problema persiste o se convierte en molesto, deberemos acudir a un dermatólogo."