Las mascarillas faciales son uno de los tratamientos más efectivos para todo tipo de imperfecciones de la piel y del rostro; arrugas, marcas de acné, las manchas producidas por el sol, las rojeces, los picores o la irritación. Están compuestas principalmente por elementos naturales, y generalmente, no contienen alcohol. Producen un efecto hidratante y dejan la piel suave y tersa. Existen varios tipos de mascarillas; reafirmantes, exfoliantes, estimulantes, renovadoras, aclaradoras de la piel y relajantes.
Mimar y cuidar la piel con mascarillas
Las mascarillas faciales son productos cosméticos o de origen natural cuya finalidad es potenciar los beneficios del tratamiento habitual, suavizar los rasgos y mejorar de manera inmediata la textura de la piel. Estos productos pueden ser de origen natural o químico (cosméticos) y deben utilizarse de forma puntual como un suplemento beneficioso para nuestra piel.
Existe una gran infinidad de mascarillas y antes de proceder a su elección debemos tener muy claro cuál es nuestra tipología de piel, cuál es el beneficio que buscamos y un factor muy importante, elegir una mascarilla acorde a nuestra edad.
Las mascarillas para la cara ofrecen beneficios positivos y visibles desde su primera aplicación ya que contienen altas concentraciones de principios activos, capaces de actuar sobre la piel y mejorarla en pocos minutos, por ello no debemos abusar de estos productos, ya que, en exceso los resultados pueden ser los opuestos a los buscados.
Un poco de historia
Dice la leyenda que la primera mascarilla para el cutis nació en la Antigua Grecia, de la mano de Popea, esposa del emperador Neón. Una bella joven muy preocupada por mantener la juventud eterna y que creyó encontrar propiedades antienvejecimiento en la ‘leche de burra’, con la que se lavaba la cara 7 veces al día, y con la que formaba una pasta llamada ‘Tectorium’, la cual aplicaba en su rostro y dejaba actuar toda la noche, estamos pues, ante la primera mascarilla facial.
Con el paso del tiempo han sido muchos los cambios ejercidos sobre estos productos, que en su inicio se componían a base de ingredientes naturales, como podría ser la leche, las algas o todo tipo de arcillas, y que a día de hoy cuentan con composiciones sometidas a rigurosos estudios y formulaciones minuciosamente elaboradas con principios como el ácido hialurónico, el colágeno e incluso el oro.
Gracias a sus efectos inmediatos las mascarillas faciales supusieron una revolución en el sector de la belleza y podemos afirmar que prácticamente todas las firmas de cosmética cuentan con varios tipos de mascarillas en sus catálogos, por lo que, a día de hoy, las mascarillas son productos indispensables en los tocadores de todos los usuarios.
Principales tipos de mascarillas para el rostro
Como bien hemos comentado existe una gran variedad de tipologías de mascarillas, variando entre sí en sus funciones principales, el tipo de piel al que están destinadas, sus texturas y determinadas para ciertos rangos de edad. A continuación, os ofrecemos una selección de las mascarillas más demandadas del momento, especificando sus características, para poder acertar ante la correcta elección de una:
Las mascarillas caseras son un gran reclamo ante el público actual, aunque debemos recalcar que no disponen de efectos tan rápidamente visibles como las mascarillas cosméticas se convierten en un suplemento perfecto para cuidar la piel con ingredientes naturales.
Existen miles de ingredientes naturales con propiedades beneficiosas para la piel, estos son los más destacables:
- Mascarilla de aguacate. Esta fruta es un alimento muy bueno para mantener la correcta salud del organismo en general. Pero centrándonos más en el campo dérmico hay que resaltar que dispone de altas cantidades de ácido fólico y Vitaminas A, B6, C y E, y que ayuda a dejar la piel libre de impurezas y mejorar su hidratación y luminosidad.
- Mascarilla de miel. La miel es un ingrediente rico en minerales y vitaminas y aplicada de forma tópica consigue mejorar la hidratación y la textura de la piel ya que es capaz de mejorar cicatrices, desinfectar pequeñas heridas, tratar el acné e incluso protegernos de los daños solares.
- Mascarilla de maicena. La maicena es una harina extraída de la fécula de maíz, muy utilizada en la cocina tradicional ya que es una de las opciones más comunes para los celíacos. En cuanto a su uso dérmico es conocida como la ‘fuente de la juventud eterna’, ya que cuenta con beneficios antiedad y blanqueantes.
Las mascarillas cosméticas contienen un alto nivel de principios activos que nos permiten ver sus resultados en tiempos récord. Además, dichos activos no solamente actúan en la capa superior de la piel, ya que también penetran en la interior para mejorar así su funcionamiento interno y prevenir futuros daños.
- Mascarillas hidratantes. La hidratación es el principal problema de las pieles secas, por lo que este tipo de mascarillas se dirige a usuarios con problemas de sequedad. Estos productos calman la tirantez, mejoran la flexibilidad y el confort, y ayudan a retener la humedad en todas las capas de la dermis. Principalmente encontramos en sus composiciones activos como aceites esenciales y mantecas naturales, y firmas como Clarins o Décleor cuentan con una amplia gama.
- Mascarilla purificantes. Este tipo de mascarillas estás destinadas especialmente al cuidado de las pieles grasas y mixtas, ya que ayudan a desobstruir los poros, a profundizar la limpieza facial y a regular la producción de sebo. Uno de sus principales activos es la arcilla, y marcas como L’Oréal o Garnier nos ofrecen diversas opciones.
- Mascarillas antiedad. Las mascarillas antiedad son la mejor opción para rejuvenecer la piel sin tener que pasar por quirófano. Este tipo de tratamientos son recomendados a partir de los 40 años y entre sus propiedades destacamos el efecto tensor y alisante y la mejora de luminosidad de la piel. Entre sus principales componentes cabe nombrar el colágeno o el ácido hialurónico, y firmas como Guerlain o Sisley ocupan los primeros lugares en el pódium.
- Mascarillas de hidrogel. Esta es quizás la mayor revolución de los últimos años en el sector de las mascarillas. Procedentes de los rituales de belleza coreanos, y distribuidas por marcas como OH K!, este tipo de mascarillas pueden ser utilizadas por todos lo tipos de piel, solamente varía su textura en cuanto a las tradicionales, y es que vienen presentadas en cómodos parches impregnados en sérum para que así la penetración del producto sea más rápida. Además nos aportan frescor y calma de manera inmediata.
“Podemos combinar varías mascarillas en nuestro tratamiento habitual dependiendo de las necesidades que presente la piel en cada momento, pero nunca debemos excedernos en su uso (1 o 2 veces semanales) ya que podríamos dañar la piel y revertir las propiedades del tratamiento. En Perfume’s Club contamos con una amplia sección de mascarillas faciales, todas ellas de alta calidad y con precios inmejorables.