Promociones activas
No te pierdas...
A partir de los 45 años comenzamos a notar un gran cambio significativo en nuestra piel, la pérdida de firmeza y el aumento de flacidez. Esto es debido a que con el paso del tiempo la capa de grasa del tejido adiposo adelgaza considerablemente, lo cuál disminuye la producción natural de colágeno y elastina.
Debido a este proceso, los anclajes que sujetan la piel tienden a romperse, y es en ese preciso momento cuando observamos la pérdida de definición de nuestras facciones, principalmente en zonas como la mandíbula (se muestra ensanchada y débil), los párpados (sufren pérdida de gravedad), los pómulos (llanos y sin volumen) y el óvalo facial (pierde su elasticidad y se descuelga).
Ante esta situación debemos tranquilizarnos y no entrar en un estado de histeria, ya que existen varios métodos y rutinas para recuperar la firmeza de la piel, mejorar su elasticidad y reforzar los anclajes que la sujetan, y no, no estamos hablando de operaciones estéticas o tratamientos químicos, bastará con adoptar nuevos hábitos, como realizar ejercicios faciales, mejorar nuestra alimentación e incluir en nuestra rutina de belleza cremas reafirmantes y efecto lifting.
Una crema reafirmante y efecto lifting debe tener tras de sí un certificado de calidad, por ello debemos ser bastante selectivos a la hora de elegir un producto determinado. Además, también debemos valorar que el producto elegido disponga de protección SPF, ya que los rayos solares son unos de los principales causantes del envejecimiento de la piel.
Actualmente existe una gran variedad de firmas en constante evolución en cuanto a cremas reafirmantes, desde firmas tan selectivas como Dior, Kanebo o Guerlain, hasta marcas más asequibles, y no por ello menos efectivas, como podrían ser Babaria, Collistar o Diadermine.
La función de estas cremas es revertir los signos de flacidez y reforzar la estructura de la piel para prevenir futuras pérdidas de firmeza. Estos productos deben adecuarse al tipo de piel de cada usuario y deben utilizarse de forma constante para poder apreciar resultados óptimos y duraderos.
Al igual que el ejercicio corporal se ha convertido en un estilo de vida, también debemos comenzar a incluirlo para los cuidados del rostro. Bastará simplemente con dedicar unos pocos minutos a realizar sencillos estiramientos diariamente y de manera constante que nos permitirán observar mejoras considerables en nuestra piel. Algunos ejemplos podrían ser:
Adoptando estas pequeñas costumbres y convirtiéndolas en rutinas diarias, podremos observar como nuestros músculos faciales van recuperando su elasticidad natural y la piel se muestra más reafirmada y tersa.
Un ritmo de vida demasiado activo, la exposición solar excesiva, malos hábitos como el fumar o una alimentación desequilibrada influyen directamente sobre la salud de nuestra piel. Por ello, si queremos acelerar el proceso de reafirmación deberemos dejar a un lado las dietas ricas en grasas y azúcares, y aumentar la ingesta de verduras y fruta fresca.
Estos alimentos, no solamente cuentan con propiedades beneficiosas para el organismo, sino que también tienen el poder de mejorar la calidad de nuestra piel. Los siguientes son algunos de los ejemplos más destacables:
Debemos recordar que una dieta equilibrada no solamente debe constar de frutas y verduras, sino que también debemos incluir carnes blancas, pescado, huevos e hidratos de carbono como las legumbres. La combinación de dichos alimentos nos ayudará a sentirnos mejor por dentro y por fuera.