El resultado de una buena higiene corporal masculina
Hoy en día tener una buena higiene corporal es uno de los requisitos vitales para gozar de una buena salud. Esto es porque nuestra piel es uno de nuestros órganos más importantes, debido a su misión protectora que impide el paso de gérmenes en nuestro cuerpo, además de contribuir a la regulación de la temperatura corporal (mediante el sudor). Además tenemos las glándulas sebáceas, que segregan la materia grasa responsable de la impermeabilización y lubricación de la piel. Por ello, mantener sana nuestra piel es una misión importante: se deben tener en cuenta los diferentes productos que utilizaremos en el baño, contando siempre con nuestro tipo de piel y los cuidados específicos que necesitemos.
Desde Perfume’s Club queremos darte algunas pautas para que conozcas los productos que puedes utilizar y como aplicarlos en tu rutina de higiene.
Habiendo valorado la edad y tu tipo de piel, te será más fácil saber cuál es el gel de ducha que necesitas, o qué desodorante le viene mejor a tu piel.
El cuidado corporal que mejor se adapta a tu piel
Lo más importante para nuestra piel es que la tratemos con aquellos productos que necesita y más adapten a sus características y necesidades. Sin embargo, no todas las pieles son iguales y por tanto no es una tarea sencilla. Por esta razón es importante que conozcáis que tipo de piel tenéis y qué productos son más adecuados para vosotros:
- La piel normal: este tipo de piel tiene características muy equilibradas, así que si tienes la suerte de poseerla no necesitarás un cuidado demasiado estricto. Sin embargo deberás velar siempre por su correcta hidratación, y tratar de no utilizar geles o hidratantes que desequilibren tu pH natural.
- La piel seca: este tipo de piel presenta un aspecto seco y agrietado, debido a que no retiene bien los líquidos y tiende a secarse rápido cuando nos exponemos al exterior. En este caso debemos tener especial cuidado con nuestra hidratación. Ciertas propiedades, como las del aloe vera o los aceites vegetales, nos beneficiarán mucho y nos ayudarán a mantener nuestra piel firme y elástica. También podemos usar “geles-crema” que contienen propiedades humectantes específicas para nuestra piel, o aquellos que contienen glicerina y nos ayudan a la retención de líquidos.
- La piel grasa: tenemos este tipo de piel cuando producimos un exceso de grasa de manera natural en nuestra superficie cutánea. Lo que tendremos que hacer es intentar corregir esto, utilizando geles estabilizadores con pH neutro. En este caso es importante que los geles y cremas sean libres de aceites, y si además aportan propiedades antisépticas o astringentes (como el alcohol) nos ayudarán bastante a reducir grasa. Aunque pueda parecer que no, algunos aceites vegetales también pueden beneficiar el metabolismo de la piel grasa y ayudar a estabilizarlo (por ejemplo: el aceite de argán).
- La piel mixta: las características de esta piel están a medio camino entre la piel seca y la grasa, por ello tanto productos recomendados para piel seca como para grasa nos pueden venir bien. Nos beneficiará más utilizar jabones, geles y cremas libres de aceites y sin ingredientes astringentes, pero también necesitaremos algunos productos humectantes para tratar las zonas más deshidratadas.
- Las pieles sensibles o atópicas: es el tipo más delicado, y propenso a rojeces y reacciones alérgicas a muchos componentes. Para su cuidado será mejor buscar geles hipoalergénicos, con características hidratantes. Es importante que sus ingredientes sean suaves (sin radicales libres) y que estén indicados para este tipo de piel. Las propiedades que más nos pueden ayudar son el omega3 o agentes emolientes, orgánicos y naturales como el aloe vera o el aceite de jojoba.
Características generales de nuestros geles corporales
Leer las etiquetas de nuestros productos de baño es importante y a menudo no lo hacemos porque no entendemos bien lo qué realmente significan y qué hacen esos componentes en nuestra piel. Por ello, en líneas generales, os vamos a detallar cuáles son los ingredientes básicos que harán la eficacia de vuestro producto, y si respeta adecuadamente tu tipo piel:
- El agua es el ingrediente básico de todo producto, ya que es el diluyente principal de nuestros geles, aunque en algunos casos puede ser el aceite de origen vegetal.
- Detergentes y emulsionantes como, por ejemplo, los surfactantes aniónicos que son los responsables de generar espuma, y a la vez actúan como detergente para eliminar la suciedad y los microorganismos.
- Hay además algunos tipos de surfactantes que pueden estar, dependiendo de la fórmula: son los glucósidos destacables por ser agentes suaves, biodegradables y muy tolerados en pieles sensibles. Proceden de materias primas naturales como el coco o el azúcar. También podemos encontrarnos otros que reduzcan la irritación dérmica u ocular que pueda producir el detergente presente en la receta, entre otros.
- La glicerina aporta la humedad a nuestra piel. Retiene el agua en las capas superficiales de la piel. Son buenas para la piel seca, ya que evitan la sequedad que provocan los detergentes.
- Aromatizantes: los perfumes y fragancias que dan el olor característico a tu gel.
- Correctores del pH: son algunos como el ácido cítrico (derivados del limón) que ayudan a mantener el nivel de acidez (pH) del producto para no alterar el manto ácido natural de la piel.
- Los conservantes nos llevan a hablar de un tema de gran controversia en la actualidad: los parabenos. Su misión principal es proteger el producto cosmético y mantenerlo en condiciones microbiológicamente adecuadas durante su almacenamiento. Sin embargo, contiene agentes químicos muy agresivos (que pueden ser tóxicos absorbidos por nuestra piel), y por ello se están dejando de utilizar a favor de otros tipos más respetuosos con nuestra piel. Nuestra intención es ofreceros lo mejor para vuestra piel, por eso algunos de nuestros productos de higiene personal contienen conservantes naturales y componentes antioxidantes inofensivos para la piel y eficaces en su función, sin necesidad de parabenos.
A partir de ahora ya no tienes excusa para fijarte en cuáles son los componentes que contienen tus geles y jabones de baño, y comprobar así si son adecuados y respetuosos con tu piel. Esto además te servirá para prevenir algún componente al que puedas ser alérgico (ya que también indican cuales son los más propensos a provocar alergia por regla general).
Pasos para llevar una higiene personal perfecta
Lo más importante de todo esto es saber aplicar tus productos. Así que vamos a ofrecerte unos sencillos pasos de procedimiento para tu cuidado diario que te serán muy prácticos:
- Primeramente, cuando entremos en el baño, debemos conocer cuál va a ser el gel o jabón corporal más beneficiosos para proceder a la limpieza de la piel. Para ello debes saber:
- Las pieles con tendencia grasa lo que necesitan son productos que se aclaren bien con agua, libre de aceites. Pero lo mejor es que utilices gel, y mientras más espumoso mejor.
- Las pieles mixtas se pueden tratar con geles parecidos a los de la piel grasa (libres de aceites), pero si contienen algún humectante mejor. También deberán ser jabones que se puedan aclarar bien con agua abundante.
- Si tienes la piel seca, mejor no pases mucho tiempo bajo el agua. Si utilizas leches limpiadoras emulsionadas te irá mucho mejor y por supuesto tus principales aliados serán los aceites vegetales y otros humectantes. Debe evitarse frotar demasiado las diferentes zonas de tu cuerpo.
- Para pieles sensibles lo mejor será utilizar geles sin radicales libres, sin alcohol y sin ningún otro elemento que pueda resultar áspero. Debes intentar ser suave y masajear en lugar de frotar a la hora de ducharte. Tampoco es aconsejable exponerse mucho tiempo al agua, durante el aclarado.
- Lo siguiente será la exfoliación corporal, una práctica no muy habitual, que si nos acostumbramos a seguir nos proporcionará una piel tersa y brillante. Los diferentes exfoliantes que hay son: en gel, en crema o sales exfoliantes bañadas en aceite. A la hora de su elección deberemos tener en cuenta las mismas directrices que con los geles. Por lo tanto, si tu piel es grasa o mixta es mejor evitar las sales exfoliantes o la crema y optar por el gel; si por el contrario es seca lo mejor serán cremas exfoliantes con características humectantes o bien las sales bañadas en aceite; en el caso de las pieles sensibles lo mejor será utilizar aquellos especialmente indicados para este tipo.
- Después de aclarar bien la piel pasaremos a hidratarla, el paso más importante del proceso. Cuando vayamos a elegir crema, leche o aceite corporal hidratante, seguiremos basándonos en nuestro tipo de piel. Deberemos aplicar el producto poniendo especial énfasis en las zonas que suelen resecarse más (como codos y rodillas), y esperar unos diez minutos sin cubrirnos con ropa, para darle tiempo a la piel a respirar y absorber los nutrientes. Si además utilizamos un buen tónico como algún aceite vegetal o agua micelar con propiedades reafirmantes le daremos un toque espléndido a nuestra piel.
- Finalmente, debemos escoger un buen desodorante para nuestra piel: spray, roll-on o stick han de ser adecuados para tu tipo de piel. No todos son iguales, pero por regla general los desodorantes de spray contienen alcohol, perfumantes y otros agentes ásperos, así que no es recomendable para pieles sensibles, pero sí puede resultar beneficioso en pieles grasas o mixtas. Los desodorantes roll-on y stick son buenos tanto para pieles secas como para sensibles ya que ayudan a mantener hidratada la piel a la vez que protegen la zona de forma suave y delicada.